Extraído de la llamada a contribuciones del número especial de RED dedicado a la profesión docente en la Sociedad del Conocimiento.
Existe un consenso entre los teóricos sociales en que la
principal característica de la ‘sociedad del conocimiento’ es la transformación
radical y progresiva de la estructura económica de la ‘sociedad industrial’. Transformación que transita desde un sistema productivo basado en factores materiales, hacia un sistema en
el que los factores dominantes son los simbólicos, los basados en el conocimiento. Factores esencialmente de naturaleza cognitiva, basados en la creatividad, el conocimiento y la información contribuyen cada vez más a la riqueza las
sociedades y de los individuos.
Otra característica es la
progresiva adquisición de un carácter científico de áreas de actividad de la
sociedad. Así Stehr (2003) señala las
siguientes tendencias:
- Sustitución de otras formas de conocimiento por la ciencia.
- Tendencia de constitución de la ciencia como fuerza productiva directa.
- Constitución de un área política específica: Educación y ciencia.
- Constitución de un nuevo sector productivo (producción del conocimiento).
- Transformación de las estructuras de poder (fortalecimiento de las tecnocracias).
- Transformación de la base legitimadora del poder hacia grupos que detentan el conocimiento o conocimientos específicos (poder de expertos).
- Tendencia a que el conocimiento se constituya como factor básico de la igualdad/desigualdad social y de solidaridad social.
- Transformación de las fuentes dominantes de conflictos sociales: Aparición de un nuevo proletariado, el del saber.
Igualmente existe un consenso sobre que el conocimiento
no es solo la clave de todas las actividades sino que ocupa un papel central en
el desenvolvimiento vital de los individuos, cambia la forma de vivir
interviniendo en todos los aspectos.
Nico Stehr (2003) examina críticamente las premisas de
las teorías sociales existentes, analizando en qué se ven afectadas y explora
las relaciones de conocimiento en las sociedades avanzadas. El resultado es una
síntesis nueva y significativa de teoría social.
En ella las conclusiones más importantes giran en torno a
los temas siguientes:
- El proceso de cientización (Habermas, 1971) y la penetración de los conocimientos científicos afecta no sólo a la producción y a la economía, sino también a la mayoría de las esferas que tienen que ver con la acción social
- La transformación de los sistemas políticos por los ciudadanos, que están cada vez más informados.
- El aumento de áreas específicas de conocimientos y la aparición de cambios en las instituciones correspondientes sobre la base del despliegue de los conocimientos especializados.
- Un cambio en la naturaleza del conflicto social, de las luchas sobre la asignación de los ingresos y los bienes a las demandas y de los conflictos generalizados sobre las necesidades humanas.
- La aparición de la fragilidad como un atributo básico de las modernas organizaciones sociales.
Stehr (1994) afirma que "las transformaciones de las
sociedades contemporáneas en torno al conocimiento no se producen siguiendo un
patrón de cambio debido a una sola variable, o que los cambios universales
obedezcan únicamente a la consecución de ventajas de los grupos sociales”. Su
argumentación pone énfasis en que todas las teorías sociales vigentes y
operativas tienen en cuenta la naturaleza cambiante de las relaciones sociales
en torno al conocimiento, y define los parámetros en los que este tipo de
análisis debe llevarse a cabo: “El conocimiento sobre el conocimiento”, la
estructura económica de las sociedades del conocimiento, el papel de los
expertos, la tecnologización de la
administración y la naturaleza y estructura de las sociedades y de los grupos
sociales.
El conocimiento no tiene unidades ni patrones para medir.
En todo caso su medición se produciría por la calidad, impacto y alcance de sus
consecuencias, y esto se puede apreciar mucho después de su producción, en
realidad puede no dejar de apreciarse nunca. El conocimiento es más difícil de
medir que los otros factores.
Este hecho hace que los factores que propician su
producción, la educación y la circulación del conocimiento existente de forma
previa, han de ser considerados con sistemas de evaluación y de valoración
distintos que otros tipos de mercancías o de la forma que se hace
habitualmente. La evaluación de los procesos sociales, entre los que se
encuentran los educativos ha de tener una naturaleza formativa, centrada en el
diseño, y no esperar a que produzca resultados que por otro lado nunca se nos
presentan de forma nítida y diferenciada.
En la actual sociedad, una vez que el conocimiento está
producido, y éste es un factor definitorio, puede ser reproducido o copiado
fácilmente, y hacerlo de forma ilimitada y sin coste. Esta singularidad cambia
su sentido como mercancía. La titularidad del valor no es el ejemplar tangible,
sino la matriz del conocimiento, donde se produce éste, que además tiene un
carácter distinto, en su soporte, que ahora es procesable, de cómo era en fases
anteriores, donde el soporte era inerte. Esta naturaleza tiene repercusiones
claves en la apropiación. De esta forma se introduce una cuestión clave: ¿Dónde
radica el conocimiento, cómo se produce y cuál es su naturaleza? Y da lugar a
lo que se han llamado innovaciones disruptivas en la educación.
No hay que traer y explicar, para justificarlo, hechos
recientes como Wiki-Leads o Megaupload. O los conflictos de las empresas de la
industria de la computación y de las redes (Google, Microsoft,...), de la producción editorial o de la las
centrales de estudios universitarios disruptivos, donde se ven implicados
incluso naciones, por cuestiones de acceso a los canales de rendimiento
profesional.
La sociedad del conocimiento no es pues una sociedad de
ordenadores y redes, es una sociedad en la que los pilares donde se apoyaban la
producción, lo servicios y las relaciones y funciones sociales están cambiando
y en parte ya han cambiado. Hay un nuevo centro de gravedad.
En este contexto ¿cómo se resitúa la profesión docente?
Esta larga introducción, discutible, y esta pregunta, deliberadamente ambigua y
amplia, sirven de introducción y de pórtico al debate que se debe producir como
resultado de los trabajos que se presenten al monográfico que convocamos.
Todos los debates subyacentes a estas ideas, o los que a
partir de ellos se puedan plantear, son a los que queremos dar cabida en este
número especial de RED, y lo que ha impulsado a nuestra revista a convocarlo.
Contamos
con la colaboración, como coeditores para este número, de Juan Manuel Escudero,
Catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad
de Murcia y de María Teresa Caro Valverde, Directora del Centro de Formación y
Desarrollo Profesional, también de la Universidad de Murcia.
Hasta el momento están comprometidas de forma provisional las
siguientes aportaciones invitadas:
N. Selwyn: ICT and the reconfiguration of the teacher
profession and work.
Area, M.: TIC, formación inicial y desarrollo profesional
docente.
De Pablos, J y Colás,
P.: Incidencia de las TIC en la enseñanza en el sistema educativo español, una
revisión de la investigación.
Montero, L. y Gewerz, A.: TIC, cultura organizativa de los
centros y cultural profesional docente.
Sancho, J. Mª y Hernández, F.: Voces del alumnado, entornos y dinámicas de aprendizaje en la era
digital.
Sanmartín, A.: Del libro de texto impreso a plataformas
digitales para la enseñanza y el aprendizaje, luces y sombras.
Castañeda, L., Adell, J. y Francés, M.: Competencias
digitales docentes, una ampliación de la mirada.
Los
tipos de artículos son, como en el resto de números de RED, los que
siguen:
·
desarrollo y prueba de una o más tecnologías particulares de
aprendizaje
·
estudios de caso de prácticas innovadoras
·
críticas a la política o la investigación
·
estudios descriptivos basados en encuestas
·
estudios longitudinales
·
experimentos empíricos
·
revisión crítica de la literatura
·
ensayos teóricos
Los cuerpos editoriales de RED
animamos a docentes e investigadores a que participen con trabajos y
experiencias sobre estas temáticas, a que remitan artículos con estudios,
informes de investigación, experiencias e innovaciones, estudios de caso, con
reflexiones teóricas o con propuestas de modelos, para ser incluidos en este
número. Contribuyendo de esta forma a aumentar el conocimiento común y a
propiciar un necesario debate. Con todo ello se contribuirá a la excelencia
científica, que es el afán de RED.
Conviene
en este punto recordar que RED, Revista
de Educación a Distancia, está integrada en el índice ESCI de la Web of Science y tiene el certificado de calidad de FECYT,
además está indexada en prácticamente todos los repositorios científicos
especializados. Por tanto tiene un compromiso con la calidad adicional al que
ya le es característico. Consecuentemente la revisión será especialmente
minuciosa en las metodologías de investigación utilizadas y en la detección de
elementos no científicos o paracientíficos. Un rasgo propio es que RED no
considera como método de investigación los conocidos como self-report
studies.
Los
trabajos deberán cumplir las pautas sobre formato, estilo, citación, ética y
plagio que pueden encontrar en http://www.um.es/ead/red/normasRED.htm#_Toc481505686, y serán
evaluados con el procedimiento y plazos que igualmente se describen en http://www.um.es/ead/red/normasRED.htm
Fecha
límite para enviar manuscritos: 15 de Noviembre de 2017
Fecha
estimada para la publicación: 30 de Enero de 2018.
Normas
de publicación y pautas para los autores http://www.um.es/ead/red/normasRED.htm#_Toc481505686
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